Basado en el Capítulo XVII, Libro I Reyes, Santa Biblia.
Sucedió después de algún tiempo que los Oligarqueos, juntando sus escuadrones para pelear, se reunieron en Hatogrande, y acamparon entre Sopo y Chía, en los confines de Bogotá. También se reunieron “XX” y los hijos de Colombia, y vinieron al valle del Putumayo, ordenaron allí sus pobres trabajadores para pelear con los Oligarqueos. Estaban estos acampados en un lado de la sociedad, y los colombianos en el lado opuesto. Y salió de los peores de los Oligarqueos un hombre iracundo, llamado Paisa, natural de Antioquia, cuya estatura era de un metro con 75 cm, pero con un ego del tamaño de la sierra. Traía en su cabeza un sombrero, e iba vestido de un poncho. Botas de cinismo cubrían sus piernas, y defendía sus hombros un escudo de papel periódico. El astil de su fusil era grueso y el cañón del mismo pesaba el equivalente al Plan Colombia, e iba delante de él Obdulio su escudero. Este hombre vino a presentarse delante de los pobres trabajadores del pueblo de Colombia, dando voces y diciéndoles: “¿por qué habéis venido para dar batalla? ¿No soy yo un Oligarqueo y vosotros proletariado? Escoged de entre vosotros alguno que salga a combatir cuerpo a cuerpo. Si tuviere valor para pelear conmigo y me derrotare, seremos esclavos vuestros; más si yo prevaleciere y le derrotare a él, vosotros continuareis siendo los esclavos y nos serviréis”. Y decía después jactándose: “yo he desafiado hoy a los pueblos de Colombia diciéndoles: dadme acá un campeón y mida sus fuerzas conmigo cuerpo a cuerpo”. “XX” empero y todos los Colombianos, oyendo tal desafío del Oligarqueo, quedaron asombrados y llenos de miedo.
David según queda dicho era hijo de un varón putumayense de la ciudad de La Hormiga. Entre tanto se presentaba el Oligarqueo mañana y tarde por televisión, y continúa haciéndolo por espacio de un fin de semana. Madrugó pues David, y encargando a uno el cuidado del negocio, se puso con su carga en camino. Y llegó al lugar de Bogotá, junto al pueblo, al tiempo que éste habiendo salido a dar la batalla, levantaba el grito de protesta en señal de inconformismo. Porque ya Colombia estaba mamada e igualmente los Oligarqueos estaban dispuestos para la acción. A vista de esto David, fue corriendo al lugar de la protesta. Aún no había acabado de hablar cuando compadeció aquel hombre iracundo llamado Paisa, que salía de Hatogrande repitiendo los mismos insultos de siempre, los cuales oyó David. Todos los Colombianos, huyeron de su presencia temblando de miedo. Y decía uno de los ciudadanos de Colombia: “¿no habéis visto ese hombre que se presenta al debate? Pues a meterle los dedos a Colombia viene”.
A la presencia de “XX” le habló David de esta manera: “nadie desmaye a los insultos de este Oligarqueo, yo, siervo tuyo, iré y peleare contra él”. Mas “XX” dijo a David: “no tienes el poder para resistir a éste Oligarqueo, pues tú eres un muchacho todavía y él es un manipulador aguerrido desde que estaba en la aerocivil”. Replico David a “XX”: “iré pues contra él ahora mismo y quitaré el oprobio de nuestro pueblo, porque ¿Quién es este Oligarqueo que ha tenido la osadía de abusar del pueblo del Sagrado Corazón?”.
Y vistióle “XX” con su corbata. Y dijo David a “XX”: “yo no puedo caminar con esta corbata pues no estoy acostumbrado a ello”. Por tanto se la quitó. Tomó una sigla, y fuese en busca del Oligarqueo.
Venía este caminando con mano firme y corazón sucio hacia David, llevando delante de él a Obdulio. Mas así que el Oligarqueo vio y miró a David, le menospreció por ser éste un joven mechudo pero de inquietante presencia. Y añadió: “ven acá y echaré tus carnes a las directivas bancarias y a las bestias del estado”. Mas David respondió al Oligarqueo: “tú vienes contra mí con Obdulio, Luis Carlos, Julito, Vicky, Guri y todos los Santos; pero yo salgo contra ti en el nombre de los pueblos del Sagrado Corazón, a los cuales tú has insultado en este lustro”. Y metiendo su mano en su bolsillo, sacó una sigla que disparó e hirió al Oligarqueo en la frente en la cual quedó clavada, y cayó el Oligarqueo en tierra sobre su rostro. Así venció David al Oligarqueo sin tener a mano ningún periódico, canal, emisora o grupo económico a mano.
Pero los hijos de Colombia y del Putumayo, persiguieron a los Oligarqueos, venciéndolos incluso en campos de RCN, Aval y El Tiempo.
Algunos de los nombres de los personajes de esta historia has sido modificados por su "seguridad" (jum!), y uno en especial (“XX”) porque aún no se conoce su verdadera identidad.
viernes, 8 de mayo de 2009
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